¡Bienvenido!



Hola querido lector, se bienvenido a mi espacio de escritura.
Planificado desde el 2019 pero llevado a cabo en el 2020 tras una crisis producida por el taller literario al que concurrí durante 1 año y un par de meses.
En este taller me vi limitada, pero no por creerme superior, sino, porque la docente no valoraba lo que escribía.
Tras un texto que podrás leer (si haces click aquí) en el taller decidieron censurarme, ¿por qué?, te estarás preguntando.
Mezclé política, feminismo, fantasía y un par de toques caracterísiticos de mis relatos presentados con anterioridad al taller. Pero nuevamente, solo recibí rechazo.
Cansada de que me limiten y no me dejen explorar mis capacidades como escritora decidí que mis archivos en la nube o documentos de Google se estaban desperdiciando y no estaban brindándome lo que espero: opiniones, críticas constructivas de personas a las que realmente les interese mi trabajo. Pero siempre desde el respeto, sin pedirme que deje de escribir el tipo de cosas que mi mente y mi alma me piden escribir.

Mi vida como escritora:
Me gusta escribir desde pequeña, ahora tengo 22 años.
El primer cuento que hice yo sola, con ilustraciones y todo, fue a los 6 años, tuve que presentar un trabajo para la primaria, con ayuda de mi padre y mi hermano mayor utilicé por primera vez una antigua máquina de escribir que mi padre compró con mucho esfuerzo para él.
A día de hoy sigo escribiendo en máquina, pero también en la PC.
Cuestión, que este cuento en dónde se me ocurrió hablar de un robot que llevaba a su amigo, un niño humano, a dar una vuelta con él por el espacio. Pero, además de esto, le iba dando información que extraje de un libro de astronomía de mi hermano mayor.
Este cuento estoy planeando reescribirlo ahora que tengo 22 años y reencontrarme con las ideas que mi yo de 6 años tenía en su mente. 
Volver a trabajarlas y ver mi evolución, no solo como ser humano, sino, como escritora.
En momentos de crisis económicas encontré mucho refugio en mis propias historias (a falta de libros por leer, mis padres y mi hermano eran quienes alimentaban a mi joven imaginación). Eso desembocó en una pasión por la escritura que continué trabajando.
El año pasado, quise probar con un taller literario, pero creo que la gente adulta que concurría allí no está preparada para leer textos como los míos.
Aquí van a encontrar trabajos viejos, trabajos nuevos, reescrituras y palabras que me salen en momentos de frustración, dolor, enojo, etc.
No pido comprensión, pero sí que estén libres de prejuicios.
Mis textos no buscan herir a nadie y se basan en cosas cotidianas que veo, leo, escucho y reinterpreto al ponerme en el lugar de un tercero.
Pueden encontrar faltas de ortografía, errores de todo tipo, etc.
Soy humana y aún sigo aprendiendo en el arte de la escritura.
Tras esta introducción me despido, pronto traeré mi primer trabajo y no se asusten si el diseño del blog cambia. Todavía sigo trabajando para que sea un espacio agradable para mí y para ustedes.



Como dijo King, uno tiene que comenzar a llamarse escritor.
¡Nos vemos en la siguiente entrada!



Shio.


Comentarios